Hoy recomendamos el barrio sevillano de la Alameda de Hércules que antaño era uno de los brazos del Río Betis (hoy Guadalquivir) en tiempos de los visigodos. Posteriormente una vez convertida la zona en cenagosas lagunas, no fue hasta el S. XVI cuando el Conde de Barajas, asistente (alcalde) de la ciudad, ordenó desecar la laguna, sanear la zona y crear un espacioso y agradable paseo de álamos presidido por las dos columnas de Hércules. Hoy día la Plaza de la Alameda está recien remodelada, un paseo peatonal lleno de fuentes y enormes álamos. Una de las características más especiales de este lugar es el gran contraste que uno encuentra al pasear por las calles del barrio. Tomar un café en cualquiera de sus terrazas, disfrutar de "la noche alternativa" de las zonas de copas y restaurantes y observar un ambiente distinto lejos de los clásicos tópicos de la ciudad son actividades frecuentes en esta zona de la Alameda. Como edificio relevante se encuentra la Casa de las Sirenas, palacete del siglo XX, hoy edificio municipal utilizado como Centro Cívico, en el que se organizan exposiciones, cursos, talleres y actividades culturales y vecinales. En las cercanías de la Alameda, en la calle dedicada al Conde de Barajas, también se encuentra la casa en la que nació el escritor romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Abandonando la Alameda de Hércules por la calle Calatrava llegamos al puente de la Barqueta construido con motivo de la Exposición Universal de 1992, una de las vistas más bonitas del Río Guadalquivir. Con esta fotografía del puente de la Barqueta al atardecer, os dejamos viajeros... Besos.