Existen dos señas de identidad de los hombres y mujeres polinesios, el tatuaje y la flor Tiaré apetahi (Gardenia taitensis). Es difícil encontrar un hombre que no esté tatuado,  algunos incluso por todo el cuerpo o mujeres que adornan también así sus cuerpos, la mayoría con motivos maoríes (etnia polinesia autóctona de las islas de Nueva Zelanda, en el océano pacífico sur). Las flores, el otro símbolo de la polinesia, son utilizadas de forma muy cotidiana colocándolas detrás de la oreja o realizando collares o coronas para momentos importantes como encuentros, despedidas, o fiestas. La flor Tiaré junto con la Hibiscus son las más conocidas, ésta última puedes verla en varios colores: blanca, roja, naranja o amarilla. Otro secreto de la mujer polinesia para estar y sentirse guapa es el "Monoï de Tahití", un aceite perfumado que se obtiene por la maceración del aceite de copra (nuez de coco) y la flor del Tiaré. Este aceite hidrata y protege piel y el cabello y es fácil encontarlos y a buen precio, también en perfumes o protecciones solares, y de distintos aromas como la vainilla, el coco o el sándalo. Cada día adornamos nuestra mesa y también el pelo con flores y además aprendemos nuevas cosas sobre los árboles frutales que tenemos a nuestro alrededor y de la gastronomía polinesia.  Es el caso del árbol del pan, que así bautizaron los primeros europeos por darle el mismo uso, cuya fruta blanca es básica en la cocina polinesia, de la que se hace una pasta muy nutritiva. Las flores, las frutas y los árboles completan un paisaje paradisíaco. Nosotros lo probaremos todo. Hoy nos despedimos como cada tarde contemplando la puesta de sol. Ha sido un día tranquilo; coger nuestro kayak, bañarnos en la barrera de coral, sol, playa y buen libro y buen coco. PD: Mañana puede haber fotos muy divertidas. T?na koutou katoa. Saludos a todos..