Y es que no ha sido fácil nuestra llegada a esta ciudad en pleno Tirol austriaco. Por un lado, cuando íbamos rodando por la Tauernradweg, en Krimml a unos 80 kms de Innsbruck, nos encontrábamos un macizo montañoso lleno de túneles y grandes pendientes no apto para bicicletas. Los carriles bicis se acababan y era recomendable dar marcha atrás y hacer un rodeo de aproximadamente 180 kms. La mejor opción era tomar un tren desde la localidad de Neukirchen y trasbordar en Zell and See en dirección a la capital del Tirol.

El accidentado viaje comenzaba cuando, de repente, el tren frena bruscamente acompañándose con un fuerte pitido, como avisando de que algo horrible iba a suceder. En ningún momento tuvimos sensación de peligro, pero todo nos mirábamos con cara de que algo pasaba. Nada más detenerse bruscamente en medio de las vías, fuimos a informarnos de lo que pasaba. Revisor y maquinista andaban exaltados y la peor de las noticias se anunciaba instantes después. Una mujer había sido atropellada mientras cruzaba las vías y yacía debajo del pequeño tren de tan sólo tres vagones. En seguida, la sensación amarga inundó a todo el pasaje.

Llegamos a Innsbruck de noche y con las imágenes desagradables en nuestra cabeza de la pobre mujer.

Hoy el día comienza soleado, nuestros planes en la ciudad serán por la mañana visitar el centro histórico y pedalear por la tarde a la ciudad de Landeck, donde engancharemos con la famoso carril bici "Vía Claudia Augusta" que nos llevará a la frontera con Italia en los próximos días.

Os dejamos con esta postal de Innsbruck desde nuestra ventana. Prometemos fotos de esta bella ciudad rodeada de montañas.

Desde Innsbruck en dirección a la Vía Claudia, besos.

VIAJAMUNDEANDO