Un elemento importante de todo viajero es la mochila, va a ser nuestra compañera de viaje, y debía ser ligera y fácil de transportar. Tras leer algunos consejos de otros viajeros y por nuestra propia experiencia, nos hemos decidido por una mochila con ruedas-trolley para que también pueda llevarse colgada a la espalda. Al tratarse de largos viajes, es importante que las ruedas no sean de plástico, y los anclajes y cremalleras sean de calidad. Hemos elegido un tamaño que permita meter la mochila en la cabina del avión como equipaje de mano para evitar así facturar y con ello los largos tiempos de espera en los aeropuertos. La mochila más grande es de 50 litros, y viene con una pequeña bolsa-portatil incorporada de 15 litros unida por una cremallera, muy funcional para la cámara fotográfica y pequeñas cosas de mano. Las hemos comprado en la C/ Ribera de Curtidores (Madrid), donde podéis encontrar tiendas especializadas en montañismo y viajes.