Mucho calor en la ciudad de la música, y no lo decímos por la gran acogida que los vieneses hacen de sus forasteros, sino por la ola de calor térmico que atraviesa el centro de Europa.

No es un secreto que cada vez más nos gustan menos las ciudades, es aqui donde uno siente  la deshumanización, en las grandes capitales desarrolladas y abarrotadas de tiendas de primeras marcas. Uno no sabe bien, si está paseando por una calle de Viena, París o Sydney.

Confesamos que estamos deseando salir rumbo a la paz de las montañas, en dirección a Salzburgo para adentrarnos en el Tirol austriaco.

Pero para los melómanos y urbanitas románticos encontrarán en Viena, la capital del Imperio de los Habsburgo, una gran potencia europea y su entorno cultural han generado una indispensable contribución a la cultura europea a través de las diversas formas de arte, muy especialmente en la música. Viena fue desde fines del s.XVIII hasta la Gran Guerra del 1914 la capital cultural de Europa (sólo superada por París). Austria ha sido el lugar de nacimiento de muchos famosos compositores, como Gluck, Mozart, Haydn, Schubert, Bruckner, Wolf, Johann Strauss padre, Johann Strauss hijo y Mahler. Todo un privilegio escuchar música clásica en cualquiera de los teatros de la capital.

Mañana iniciaremos la segunda parte de este viaje por Europa en bicicleta, nuestras próximas noticas serán desde la ciudad de Salzburgo.

Un caluroso abrazo desde esta "distorsionada ciudad..."

VIAJAMUNDEANDO