Ya estamos instalados en nuestra primera ciudad, Buenos Aires. Ayer la mañana se despertó fresca y soleada, y junto con Fernando nuestro anfitrión salimos a conocer la ciudad nada mejor que de la mano de un porteño. Desde el barrio El caballito donde estamos alojados tomamos el metro hasta Florida, el centro financiero de la ciudad, lleno de gente y negocios. Caminamos por la Avenida Corrientes hasta llegar al obelisco un orgullo para los argentinos que representa su independencia en el año 1816 y un homenaje a su fundador Pedro de Mendoza. Comimos en la Pizzería "Las Cuartetas" en la misma Avenida Corrientes todo un clásico donde triunfó la pizza de cebolla con queso para chuparse los dedos. Tras comer dimos un paseo hasta Puerto Madero. Un café y una buena conversación en un barrio moderno y financiero construido sobre tierra ganada al río de la Plata, actualmente la zona más cara de la ciudad, acabando en la milenaria Plaza de Mayo donde se encuentra la presidencia en la Casa Rosada y el Cabildo testigo de la Revolución de Mayo. Si el día fue bonito, la noche se presentaba emocionante y única, pues tuvo lugar el encuentro tan esperado con mi familia, que como tantas en Argentina sus antepasados emigraron un día a esta tierra querida. Nos recibieron con una deliciosa cena que acompañó a una muy interesante conversación.